Advertencia para navegantes: se trata de un plan muy económico, pero, si sois amantes de las flores y no podéis contener vuestros impulsos... mejor dejad la cartera en el coche, porque se resentirá seguro. Esta es una escapada perfecta para los domingos, porque todo lo demás está cerrado, y demasiado a menudo optamos por la opción sofá y película.
Viveros Murcia, en el Esparragal, es uno de los más grandes y completos de nuestra Región. Como imagináis abre de lunes a domingo, hasta medio día, y su concepto va mucho más allá de un espacio en el que vender plantas. Cambiando con cada estación, ofrecen a diario decenas de ideas para decorar nuestra casa con plantas, tanto en el interior como en el exterior. Darse una vuelta por sus enormes instalaciones es una delicia para los sentidos que se llenan de aromas, colores y sugerentes texturas...Es, además un buen sitio para visitar con niños, porque dispone de una pequeña zona de juegos cercada dentro del propio recinto, para que los más pequeños esperen mientras los padres se pasean. Eso sí, no se trata de un sitio especialmente económico y, como advertía al comienzo, es difícil no ceder a la tentación: una maceta, un florero, un cuenco, un colgador, una figura, un ramillete... Con todo, podéis estar tranquilos, porque después de visitar muchos viveros os puedo asegurar que la relación calidad/precio es justa.
A muy pocos metros de la salida del vivero encontrareis una rotonda. Si la tomáis en dirección carretera de Alicante, os topareis casi de inmediato con El Rincón del Arte. Una pequeña tasca que merece la pena visitar para tomar unas tapas o comer, por unos 12 euros por cabeza. La verdad es que el interior no tiene nada que ver con lo que esperamos vista la entrada. Sus dueños son amantes del flamenco y, dentro, Camarón es el rey. Cuadros, discos y guitarras cuelgan de las paredes para dar sentido a ese "Rincón del Arte". En la carta, tapas clásicas servidas con un toque de originalidad, y otras propias de la casa, como sus famosas "alcachofas marinadas". Aunque no todo está en comer... Como dicen sus dueños, merece la pena estar atentos porque, en cualquier momento, puede comenzar el espectáculo... ¡olé!