Es una vieja reivindicación. Murcia debería tener un gran Acuario. O quizás no tan grande, pero uno, al menos. A falta de pan, y para consuelo de muchos, tenemos el Acuarium de la Universidad de Murcia. Un espacio pequeño e íntimo, no todo lo atractivo que debiera pero curioso, ubicado en el viejo Cuartel de Artillería de la ciudad.
Su principal finalidad es acercar al gran público el trabajo de sus biólogos, pero, a pesar de eso, no está especialmente preparado para el turismo, y la visita se convierte más bien en un encuentro íntimo entre pez y visitante. Está abierto de lunes a domingo, y el precio de la entrada varia según el curso, por lo que conviene consultar su web. La última temporada costaban un euro. Una vez dentro, media docena de peceras nos acercan a curiosas especies de peces tropicales......tiburones, y coloridas morenas.
Aunque las estrellas del Acuarium son los caballitos del Mar Menor, objeto, además de uno de los principales proyectos de recuperación de la Universidad. Con todo, no esperéis una gran exposición. Se recogen, discretos y elegantes, como ellos mismos, en una pequeña pecera de forma cilíndrica.Tengo que apuntar, eso sí, a favor de este pequeño acuario, en comparación con otros mayores, que es un sitio ideal para los más pequeños, porque no hay peligro de pérdida y la cercanía con los peces, es total.
Fuera del acuario, la plaza interna que forman los propios pabellones del cuartel, se convierten en una zona de juegos ideal para los más pequeños. Junto a la biblioteca encontramos una cantina que, a pesar de su poco encanto, está siempre llena. Y es que lo que le falta en imaginación, lo suple con buenos precios y platos redondos. La ocasión puede transformarse en algo más "bucólico" si nos sentamos en la terraza, con vistas a los preciosos pabellones del cuartel, mientras los niños corren por la plaza cerrada al tráfico. Por 20 euros el bar ofrece tapas combinadas para dos personas, bebida incluida. Si preferimos elección a mano alzada, variedad y buen precio también asegurados. Dejando el viejo cuartel, los alrededores se confabulan también como una buena zona para visitar con los más pequeños. Pegado a su entrada principal, encontramos un parque infantil abierto, y un auditorio al aire libre que, no tan a menudo como quisiéramos, ofrece espectáculos gratuitos. Quizás entre todos podamos darle un empujón a la zona, para que se convierta en la maravilla que podría ser.