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UN DÍA EN LA GRANJA ESCUELA

Hacer que nuestros hijos respeten el medio ambiente y a los animales, creo que es una responsabilidad que deberíamos aplicarnos desde el primer día. Y aunque es algo que debemos hacer de forma ordinaria, me parece que visitar una Granja Escuela puede ser una herramienta más para hablarles de los animales... bueno, eso, y que lo van a pasar bomba, no nos engañemos.

Al amparo de la Sierra de Escombreras, a sólo 10 minutos de Cartagena, y a unos 35 de Murcia, se encuentra Alumbres, una pequeña localidad, de menos de dos mil habitantes, pintoresca y cuanto menos curiosa. Perderse con el coche durante unos minutos, antes de llegar a nuestro destino, puede añadir cierto encanto a la excursión, porque lo mismo te encuentras con un señor deambulando puesto de traje y corbata, que con una calesa tirada por un pony.

En uno de los extremos del pueblo, junto a la antigua vía del tren, se encuentra GranjaPark, una granja escuela que abre prácticamente todos los días del año y en la que, padres y niños, conseguimos relajarnos de lo lindo. Los espacios verdes se convierten en un pequeño oasis. La Granja está concebida como un complejo de ocio rural en el que los visitantes entran en contacto directo con las costumbres del campo y sus animales. Encontramos vacas, ponis, burros, conejos, cerdos, gallinas... Además de los animales rurales, el complejo dispone de un centro de hípica en el que los niños pueden tomar clases o, simplemente, dar un paseo a caballo. Si no queréis gastar dinero, sabed que la entrada al centro es gratuita, y que, sin necesidad de pagar nada, los niños podrán pasear por las instalaciones, ver a los animales, caballos incluidos, y disfrutar de la zona de juegos al aire libre (además de los columpios, hay pista de baloncesto y campo de fútbol).

Si vais con algo más de presupuesto, tampoco mucho, la jornada puede quedar de lo más redonda. Por unos 7'5 euros podéis tomar un menú de bocadillo con patatas y bebida en el restaurante del complejo. Os aconsejo la terraza, al sol, y rodeados de preciosas plantas. Por 15 euros, tenéis un menú completo de dos platos y bebida. Pero, lo mejor es el menú infantil: cuesta 9 euros, e incluye un monitor de dos a seis de la tarde... sí, sí, un monitor que, durante 4 horas, estará pendiente de ellos, ofreciéndoles juegos y talleres, en los que aprenderán a hacer queso, a cuidar a los animales de la granja, o a plantar semillas en el huerto. Si estamos interesados en este servicio, es aconsejable llamar antes de ir, por si hubiese demasiados niños. ¡Bueno, bonito y barato!

La granja también ofrece packs completos para cumpleaños y comuniones. En verano, dispone incluso de piscina, y la posibilidad de hacer los cumpleaños al aire libre. También es visitada, frecuentemente, por escolares.

Destacar, la amabilidad de todo el personal del complejo, que hace que los visitantes se sientan completamente libres para recorrer cada rincón e investigar en cada cuadra. Como "pero" a esta experiencia, dejar claro que la que escribe no esta en absoluto de acuerdo con la idea de utilizar a los animales como reclamo o como atracciones de feria, ni con que se les tenga encerrados en minúsculas cuadras. Así que me gustaría apuntar que, a mis preguntas, el personal de la granja aseguró que los animales están perfectamente acondicionados y que, una vez ido el público, salen frecuentemente a pastar y pasear por el recinto. Quiero creer que es así, porque lo cierto es que esta experiencia permite a muchos niños tener un primer contacto con los animales, aprender que hay que respetarlos, y cuidarlos, y, por qué no, empezar a quererlos.

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